Más de 400 pobladores de esta zona sentaron en una misma mesa a las autoridades nacionales y departamentales hasta comprometerlas con soluciones concretas a sus necesidades.
| Fueron 50 kilómetros de caminata en medio de cantos, bailes y arengas. | Por: Equipo de comunicación rural Montes de María.
Desde la alta y baja montaña; en lanchas, buses, motos y camiones; con tambores y pancartas, más de 400 campesinos de los Montes de María salieron de 15 veredas en tres municipios –San Jacinto, Carmen de Bolívar y Marialabaja- la mañana del pasado domingo 28 de octubre. El punto de encuentro era el municipio de Mahates, desde donde comenzó una caminata pacífica de 50 kilómetros hasta la Gobernación de Bolívar, en Turbaco.
La razón que los puso a caminar esta vez no fue la plaga del aguacate, como en 2013, ni la sobreproducción de ñame, que casi los lleva a marchar de nuevo en 2017. En esta ocasión, el clamor era que los acuerdos que se firmaron con el Gobierno departamental y las alcaldías de sus municipios pasen del papel al terreno.
Desde el mediodía del domingo 28 de octubre, los campesinos salieron de sus veredas hasta el punto de encuentro en Mahates. © EQUIPO COMUNICACIÓN RURAL OPDS MONTES DE MARÍA.
Los reclamos
Son más de un centenar de peticiones, que las comunidades agruparon en cuatro líneas: vías, energía, agua y ambiente y protección de la producción alimentaria. “No estamos pidiendo nada diferente a nuestros derechos. Hasta que no se cumplan los acuerdos no nos vamos a levantar de la mesa”, manifestó al inicio de la jornada Melvis Ariza, miembro del Consejo Comunitario de San Cristóbal, en San Jacinto.
De los 92 compromisos alcanzados en 2013, algunos debían cumplirse ese mismo año, como la entrega de una ambulancia y la presencia de un enfermero; otros, en 2015, como la electricidad y los puestos de salud. En estos cinco años solo han llegado -según Hernando González, uno de los líderes de la caminata- tres antenas de telefonía, unos kioskos Vive Digital y el avance de una vía.
A las deudas históricas con estas comunidades se suman los pendientes del posconflicto en Montes de María. Esta subregión, que padeció 97 masacres y dejó 200.000 víctimas de desplazamiento, resultó priorizada en casi todos los planes creados por el Acuerdo de paz.
Por eso, dentro del pliego de demandas también estaban los planes de reparación colectiva, restitución de tierras, titulación colectiva de territorios afro y la implementación de los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial.
Ahí la preocupación de los campesinos radica en que "las adminsitraciones municipales no se están involucrando y sabemos que la implementación de los acuerdos tiene que pasar por ellos", como explica Wilmer Vanegas, líder de tierras de Marialabaja.
Agua potable y reparación de las escuelas veredales eran algunas de las peticiones prioritarias de la manifestación. © MARCELA MADRID VERGARA.
El recorrido
Después de dormir en Mahates para recargar fuerzas, a las 3 de la mañana del lunes empezó oficialmente la caminata. Fueron unas 11 horas de sol y lluvia, bailando, cantando y arengando “¡la montaña llegará!” o “¡Aquí camina, la lucha campesina de los Montes de María!”, o el himno nacional.
Y la montaña llegó. En la entrada del edificio de la Gobernación sus habitantes sacaron las hamacas y carpas que cargaban para acomodarse mientras esperaban una respuesta.
El miércoles, tercer día de la travesía, finalmente el Gobernador de Bolívar, Dumek Turbay, les abrió las puertas: "Nuestros campesinos tienen toda la razón en protestar después de años y años de abandono. Hemos hecho una gran inversión en Bolívar, pero las necesidades superan nuestras capacidades”, aseguró en una rueda de prensa.
Campesinos de 15 veredas participaron en la caminata. © EQUIPO COMUNICACIÓN RURAL OPDS MONTES DE MARÍA.
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Tres días después de haber salido de sus veredas, los campesinos lograron sentarse a dialogar con las autoridades locales y nacionales. © PRENSA GOBERNACIÓN DE BOLÍVAR.
Volver a confiar
Empezaron entonces para los caminantes dos días dedicados a exponer una a una sus necesidades más prioritarias ante el Gobernador, los alcaldes, la fuerza pública, la Unidad de Víctimas, el Ministerio del Interior y otras entidades. Había dos reglas claras: ninguna de las partes usaría la violencia y no darían por acordado un punto hasta que se fijara un plazo límite de ejecución.
Luego de 31 horas de negociación llegó el humo blanco. Las partes firmaron un un nuevo pacto, esta vez con más de 80 compromisos específicos, gran parte de ellos con plazo de tres meses. Se trata de los relacionados con las prioridades: vías terciarias, electricidad, puestos de salud, reparación de las escuelas rurales y nombramiento de maestros.
A esta lista le sumaron una demanda fundamental: protección a sus vidas."No queremos seguir siendo estigmatizados por reclamar nuestros derechos", explica Miguel Miranda, otro líder de restitución. Se refiere a los panfletos firmados por los urabeños que recibieron en 2013 algunos de los organizadores de la 'Marcha del aguacate' acusados de guerrilleros.
En medio de los aplausos y los abrazos, los líderes fueron claros en advertir que, si esta primera tanda de promesas no se cumple en febrero de 2019, volverán a movilizarse. En otras palabras, como aclararon en un comunicado público, “la marcha no ha sido cancelada, solo aplazada”.
«Seguimos creyendo, pero les decimos -aquí mismo- que si fuimos capaces de venir 400 personas, si nos incumplen estos acuerdos la próxima vez seremos más de 4000».
GEOVALDIS GONZÁLEZ, campesino de la Alta Montaña, al cierre de la mesa de diálogo con las autoridades.
Luego de 31 horas de negociación, los campesinos y las autoridades firmaron un nuevo pacto. © PRENSA GOBERNACIÓN DE BOLÍVAR.