Los sueños son posibles. Esa es la enseñanza que me traje para Quibdó del campamento de jóvenes en San Carlos y que rememoro cuando digo la palabra Tawa. Así se llamó la semana de actividades en este campamento, diseñada para fortalecer los principios y valores fundamentales de vida en los 65 jóvenes que llegaron de Quibdó, Bojayá, Apartadó, Turbo, Medellín y San Carlos, para participar de este encuentro.
La palabra Tawa la usaron allí para motivarnos a resistir y a persistir día a día en nuestros sueños y para trabajar por estos. Ahora que estoy aquí en mi tierra pienso luchar por ese tan esperado cambio que soñamos los jóvenes para nuestro Quibdó y contagiar a los niños y a los jóvenes de mi comunidad para encender el fuego.
Hace dos años inicié con un proyecto que llamé ‘Menos palabras y más hechos´, para resaltar lo que los jóvenes queremos expresar sobre lo que sentimos, sabemos y también podemos hacer frente a nuestras realidades. En Quibdó hay mucha violencia, discriminación y pocos espacios y oportunidades para desarrollar nuestro talento.
De ahí, que con este proyecto busqué llegar a instituciones, barrios, parques, para que cambiemos las mentalidades negativas y pasivas, y en lugar de esto creemos proyectos de vida alrededor de nuestro municipio. Les digo que no importa cuán talentoso sea uno: si no estudiamos, trabajamos duro y nos esforzamos por ser cada día mejores, no habrá diferencia.
Este proceso no ha sido nada fácil, pero asistir a esta semana de fortalecimiento, memoria y reconciliación, me motivó a aprender y a enseñar lo aprendido. Todo lo vivido en el campamento ha sido ganancia. Desde montar por primera vez en avión rumbo a Medellín, hasta el asombro de encontrarme en San Carlos con jóvenes como yo, de distintas etnias, de diferentes partes del país y cada uno con su historia, todos buscando generar un cambio y mejorar nuestro territorio.
Reímos, compartimos nuestras historias y hubo momentos de agradecimiento para con nosotros, por la labor que venimos haciendo en nuestros municipios. En Tawa aprendí y conocí lo que necesitaba para crecer, enfrentando actividades como los torrentes de aguas, ascender y descender por cascadas de más de 30 metros… Y a pesar de las dificultades y los miedos siempre escuché: “Cristian: eres grande, dale que sé que puedes llegar; no te rindas”. No fue fácil, pero lo conseguí. Uno ve que los cambios son posibles.
Tawa me enseñó que debo luchar por salir adelante. Lloré de alegría al despedirme y me devolví con la mentalidad de luchar por resolver las necesidades de nuestro entorno. Nos dirán quizá que estamos perdiendo el tiempo, pero recordaré cuando escalaba y escuchaba a quienes me decían: “Vamos Cristian, que eres capaz, vamos que lo lograrás”.
**Cristian es uno de los jóvenes que asistió al Campamento de Verano en San Carlos, que reunió a 65 adolescentes de regiones afectadas por el conflicto. Estos municipios necesitan de su vitalidad para salir adelante. **
CRISTIAN DAVID CÓRDOBA |
Estudiante de la Institución Educativa Carrasquilla Industrial de Quibdó
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