¿Por qué hay que preocuparse por la economía del Caguán?

August 03 de 2018

A pesar de ser un importante productor de lácteos en Caquetá y tener una fuerte industria ganadera, los comerciantes de la región aseguran que sus finanzas empeoraron luego del fin del conflicto.

¿Por qué hay que preocuparse por la economía del Caguán?

| Una de las calles del centro de la cabecera municipal de San Vicente del Caguán. En este sector se concentra el comercio local. | Por: Gonzalo Jiménez


Por: SEMANA RURAL
SemanaRural

Héctor Clavijo es uno de los comerciantes con más tiempo en San Vicente del Caguán, en Caquetá. Cuenta que le tocó vivir todas las etapas del conflicto armado en la región: los años en que se encrudecieron los enfrentamientos, la zona de distensión (entre 1999 y 2002) y la reciente desmovilización de los grupos ilegales. Su negocio no cerró las puertas durante la guerra. Pero ahora, en plena época de posconflicto, teme que el mal momento que hoy vive economía local lo obligue a abandonar el trabajo que le ha dado el sustento durante décadas.

Los comerciantes y empresarios del Caguán aseguran que se avecina una crisis económica.
A pesar de ser una zona ganadera —con uno de los hatos más grandes del país— y contar con una importante producción lechera y quesera, el municipio actualmente tiene una economía inestable, asegura Iván Fiallo Ayala, de la Asociación de Comerciantes del pueblo.

 


“La situación (económica) está difícil y no nos esperan buenos tiempos. No sabemos cuál es el factor: el bajo precio de la leche, la falta de carreteras rurales, los costosos insumos para la ganadería… Desde el sector comercio vemos el panorama complicado. Nos da hasta ganas de cerrar nuestros locales”.

HÉCTOR CLAVIJO, comerciante de San Vicente del Caguán.


 

 ¿POR QUÉ LA ECONOMÍA DESMEJORÓ? 

 

Fiallo plantea tres razones: la primera es el incumplimiento por parte del Estado a la hora de brindar buenas condiciones al sector agropecuario de la región en época de posconflicto.

La segunda es la decisión del Ministerio de Agricultura y del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) de cambiar el sitio de vacunación contra la fiebre aftosa para las reses de los ganaderos y campesinos de San Juan de Losada, una zona de litigio entre Meta y Caquetá y uno de los principales productores de leche y quesos a nivel nacional. Ahora los animales deben ser vacunados en La Macarena (Meta), lo que implica un incremento en los gastos de transporte.

La tercera razón, de acuerdo a Fiallo, es la firma de tratados internacionales entre el Gobierno y otros países para comercializar leche sin tener en cuenta las consecuencias negativas que traen estos acuerdos a los lecheros de pueblos como San Vicente del Caguán, que aún no han tecnificado sus procesos de producción.

 

El municipio cuenta con
1.020.000
cabezas de res.

 


Los comercinates temen que la mala situación económica de San Vicente del Caguán los lleve a cerrar sus negocios. GONZALO JIMÉNEZ


 

Pero quizá exista una razón más: el fin del conflicto armado en el Caguán. Pedro Álvarez es otro de los comerciantes antiguos del municipio. Recuerda que hace unos 20 años había negocios prósperos porque, en buena medida, los principales compradores de alimentos, ropa, medicinas e insumos eran los grupos ilegales y quienes andaban en el narcotráfico. “Luego de este proceso de paz y con el desarme de los combatientes, las ventas se bajaron. El Gobierno les suministra todo en las zonas veredales, hoy llamados espacios territoriales. Eso hace que el dinero no circule en el municipio”.

 

El Caguán produce entre
300 y 500 toneladas
de leche semanalmente.

Héctor Clavijo, por su parte, lamenta que las entidades del Estado y las organizaciones que hacen presencia en el Caguán con programas del posconflicto no compren sus suministros en el municipio. En su opinión, esa sería una ayuda para la reactivación de la economía en una de las zonas más afectadas y estigmatizadas por la guerra, la cual, paradójicamente fue más próspera durante la zona de distensión.
 


El incumplimiento en los programas del posconflicto puede ser una de las causas de la crisis económica que se avecina en el Caguán. GONZALO JIMÉNEZ


 

“Es ilógico que hoy nos encontremos a punto de una crisis económica. En paralelo al conflicto armado, los sanvicentunos llevan años trabajando en consolidarse en el sector ganadero. Eso es lo que ha salvado el barco”.

IVÁN FIALLO AYALA, integrante de la Asociación de Comerciantes de San Vicente del Caguán.

 

 ¿QUÉ SE DICE DESDE LA ALCALDÍA? 

 

Rubiela Lozano, secretaria de Hacienda del municipio, explica que al comercio le iba mejor en la época del conflicto porque había menos control hacia los negocios en el pago de impuesto o el cumplimiento de ciertas normas. El cambio a la legalidad ha sido difícil para los productores, pequeños empresarios y dueños de establecimientos. “Se han molestado (los comerciantes), pero es necesario que respondan por sus obligaciones tributarias porque eso ayuda al desarrollo de San Vicente”.

La Alcaldía viene trabajando en la creación de una marca que identifique e impulse los productos que se elaboran en el municipio: un sello ‘Hecho en el Caguán’ que les dé valor agregado a los quesos, por ejemplo. “También estamos vinculando a los comerciantes a ferias y festividades, como las Fiestas Vicentunas, para que beneficien en esos espacios”.

 

 CON REPORTERÍA DE  Gonzalo Jiménez, colaborador en el Caguán, y José Puentes Ramos, editor Meta y Caquetá de SEMANA RURAL.

 





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Semana Rural. Un producto de Proyectos Semana S.A. financiado con el apoyo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a través del programa de Alianzas para la Reconciliación operado en Colombia por ACDI/VOCA. Los contenidos son responsabilidad de Proyectos Semana S.A. y no necesariamente reflejan las opiniones de USAID o del gobierno de Estados Unidos.