Aunque Arnobio Salazar se hizo famoso en el resto del país por la película ‘El vuelco del cangrejo’, en su pueblo ya era todo un artista. Ahora está triste por la partida de su nieta, pero todos quieren que recupere la alegría. .
| Arnobio Salazar Rivas es un reconocido líder y referente para los jóvenes de La Barra. | Por: Armando Rojas Flórez
El hombre que por años ha hecho de La Barra un recinto de alegría, está triste, y es hora de contar su historia. No duerme, no come y no entiende por qué la vida lo trata así. “Yo no sé qué ha pasado que he sufrido tanto en esta vida, hermano”, dice Arnobio Salazar Rivas, de 68 años, conocido en su pueblo como ‘Cerebro’, desde mucho antes de participar en el reparto de la película ‘El vuelco del cangrejo’.
Lágrimas y más lágrimas. La semana pasada, ayer y hoy. Todos los días. A Cerebro los ojos se le tornan aguados cada vez que recuerda la soledad en que le ha tocado vivir. De su rostro se desprenden cientos de cicatrices y arrugas que lleva consigo como amuleto. No recuerda la última vez que sintió hambre y tampoco ve la hora de que su nieta, Heilen Maeni Salazar, vuelva en dirección a su casa por la misma trocha ancha por la que se la llevaron sus padres a vivir a Cali, en el barrio Siloé.
‘Cerebro’, nació en la quebrada Barradentro y se crio entre ese lugar y las playas de Bocas del San Juan, en límites con el Chocó.
| Crédito: Armando Rojas Flórez
Mucha gente le ha dicho que no llore, que busque consuelo y que se dedique a lo de siempre, a ser feliz y a liderar en la comunidad, ya que es un referente de apoyo para los jóvenes y por ello es considerado un embajador de La Barra. “Pero no puedo; cada momento que entro y me voy a sentar a comer ella está ahí, en los juguetes, la ropita, en todo”, dice en medio de su tristeza.
Pero no todo es nostálgico. Cerebro recuerda aquellos días de la década de los 80 y 90, cuando el canal favorito de televisión en La Barra era el centro del pueblo. Con el sonido del mar como fondo y el trópico alrededor, los aldeanos se reunían para escuchar a sus artistas, el hombre de las voces y las historias.
| Crédito: Armando Rojas Flórez
Cuentan los que llegaron a escucharlo, que no solo era dramático, sino que hacía las veces de televisor en 3D. Se movía y cantaba si era posible. “Me sabía novelas completas y libros que mi papá me leía cuando pequeño”, rememora mientras escarba en sus pensamientos.
Por eso a nadie se le hizo extraño cuando el director de cine Óscar Ruiz lo buscó para que protagonizara ‘El vuelco del cangrejo’, esa película que mostró este corregimiento de Buenaventura, al que se referencia como la última playa después de La Bocana, Pianguita, Juanchaco y Ladrilleros. Desde ese momento, para los turistas, Cerebro se convirtió en el hombre estrella de La Barra.
Trailer de "El vuelco del cangrejo"
| Crédito: Contravía Films
Pero la verdad es que este contador de historias ya era un protagonista de su tierra. Su apellido se ha extendido a tal punto que los niños más pequeños lo tienen; por donde sea que se camine con ‘Cerebro’ la gente saluda y vuelve a saludar.
Muchos turistas llegan a esta playa del Pacífico solo para verlo a tocar el tambor o escuchar asombrados sus historias de ficción, romance y terror. Pero ahora ‘Cerebro’ está triste, le duele la cabeza, dice que se siente solo y que su nieta es la que lo llenaba de alegría para contagiar al resto del pueblo. Muchos murmuran que está deprimido, que ya no ríe, que ya no quiere contar su experiencia en el cine y cómo la fama lo tocó.
«Cerebro no puede desaparecer por culpa del olvido y la depresión; gracias a él, mi estadía en La Barra fue lo mejor, nos guio y nos protegió».
- Catalina Andrade, visitante frecuente de La Barra
Pero parece que la única medicina que podría curar a ‘Cerebro’ está en Cali, a casi cuatro horas de La Barra: se llama Heilen. ‘Cerebro’ se siente triste por no poder enseñarle a su nieta la magia de vivir libre, de caminar la playa, de navegar por los esteros, de narrar historias y pescar de noche. “Esta nostalgia la tengo en el corazón, no quiero vivir solo. Quiero verla crecer y poder jugar con ella”. Lágrimas y más lágrimas es lo que emerge hoy del hombre más alegre de La Barra.
Y recibe primero una selección de los mejores contenidos y novedades de SEMANA RURAL. Nada de spam, promociones comerciales ni cosas aburridas.
Estas son las historias de líderes y comunidades en distintos lugares del país que, ante la crisis por el covid-19, decidieron asumir la tarea de entregar alimentos y artículos de primera necesidad a los habitantes de su región