Ellas sufrieron como nadie la violencia sexual durante el conflicto armado, según un reciente informe del Centro Nacional de Memoria Histórica. Lo peor es que las Bacrim siguen usando esa reprobable práctica..
| Las agresiones afectaron sobre todo a las mujeres, quienes representan el 91,6 por ciento del total de las víctimas. | Por: Daniel Reina Romero - Revista SEMANA
“La violación me pasó cuando empezó la guerra: en 1999 me violan y en el 2000 los paramilitares comenzaron a matar. Lo que me pasó fue porque a un hermano mío lo desaparecieron y me llamaron para recoger su cadáver. Eso fue tan duro que puse la queja en la Cruz Roja. Esa gente se alborotó. Me perseguían”.
- Esther, de 45 años. Vive en un municipio del Magdalena -
“Yo les dije: no me le hagan nada a mi hija. Cualquier daño que yo haya hecho, ella no tiene la culpa. No pidió ser mi hija. Se lo pido, no me le vaya a hacer nada a mi hija”.
- Yemayá, lideresa social de Buenaventura. Fue violada por cuatro hombres frente a sus dos hijos -
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| Mujeres marchando en las calles de Bogotá contra el maltrato a sus cuerpos. Foto: Daniel Reina / Revista SEMANA
Los testimonios aparecen en el informe La guerra inscrita en el cuerpo, publicado la semana pasada por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). El documento de 547 páginas narra cómo todos los actores armados -tanto legales como ilegales- usaron la violencia sexual como una manera más de expresar su dominio sobre un territorio.
Los paramilitares, por ejemplo, emplearon este tipo de violencia para castigar a las mujeres que ellos acusaban de ser guerrilleras o auxiliadoras de estas agrupaciones y así enviar a su enemigo un mensaje: ellos eran quienes mandaban. En Buenaventura y en el resto del Pacífico se ensañaron contras las afro y las indígenas de varias comunidades.
Las guerrillas, por su parte, acudieron a violaciones grupales y otras modalidades de agresión sexual como retaliación y tortura contra las mujeres que consideraron sospechosas de pertenecer al bando contrario. En el sur del Tolima usaron la violencia sexual como castigo a las madres que evitaban el reclutamiento de sus hijos. La fuerza pública, por otro lado, está asociada a prácticas de tocamientos y desnudez forzada, con casos concretos en el Urabá antioqueño.
Los actores armados usaron la violencia sexual como una manera más de expresar su dominio sobre un territorio.
- La guerra inscrita en el cuerpo, del CNMH -
El informe también señala que los victimarios emplearon la violencia sexual en zonas de disputa con el objeto de aterrorizar, desplazar y despojar a la población de sus tierras. Además, la usaron “con el fin de acallar, silenciar y neutralizar las acciones de oposición que emprenden lideresas sociales, maestras, periodistas y mujeres inconformes con los proyectos político-militares de los actores armados”. El documento recoge datos sobre esta espeluznante práctica de diversas fuentes y documenta casos desde 1958 hasta septiembre pasado.
Como se presumía, el CNMH corrobora que la violencia sexual afectó sobre todo a las mujeres, quienes representan el 91,6 por ciento del total de los casos entre 1985 y el 20 de septiembre de este año. La mayoría tenía entre 10 y 24 años de edad en el momento de la agresión.
7.017 niñas, adolescentes y jóvenes fueron víctimas.
Impunidad y poco apoyo
Rocío Martínez, la investigadora que coordinó esta investigación, asegura que el presente de las víctimas no es alentador. “Los grupos armados posdesmovilización –como las Bacrim- heredaron de los paramilitares el uso del cuerpo de la mujer. Por eso siguen violentándolas en actuales zonas de disputa territorial, como Tumaco”.
En cuanto a la respuesta de las instituciones del Estado, el informe indica que ha sido muy precaria. Si bien hay avances en la atención de algunas entidades, como la Unidad de Víctimas y la Defensoría del Pueblo, los funcionarios aún no dimensionan su trabajo frente al estado en el que quedan las personas que han sido objeto de esta atroz práctica, por lo que fácilmente las revictimizan, y los procesos para denunciar y exigir justicia no tienen celeridad.
Y como ningún actor armado confiesa que usó la violencia sexual porque esto tiene más implicaciones en justicia, a la larga, los casos terminan en impunidad. Para rematar, “hacen falta más recursos económicos”, agrega Martínez.
Esta es una dolorosa radiografía de la que poco se habla y que el país debe conocer para enfrentar. El acuerdo de paz, que el pasado viernes cumplió un año de firmado, establece en su capítulo de víctimas un tratamiento integral, prioritario y especial para ellas. Ojalá el tema ahora sea más visible.
LA CRUELDAD EN CIFRAS
Número total de víctimas (entre 1985* y el 20 de septiembre de 2017)
*Desde esta fecha se reconoce a las víctimas del conflicto armado según la Ley 1448 de 2011 - Ley de víctimas.
15.076
91,6 % son mujeres
(13.810)
8,1 % son hombres
(1.235)
1 % pertenecen a la población LGBTI (161)
8 % son afrocolombianos, palenqueros, raizales y roms (1.204)
1,08 % son indígenas (164)
Fuente: Observatorio de Memoria y Conflicto (OMC) - CNMH.
Número total de casos
(En el marco del conflicto armado - Entre 1958 y 2016)
14.892
Fechas claves:
1985 – 92 casos (en 1984 solo había 2 reportes).
2002 – 1.391 casos (año con más agresiones).
2006 – 547 casos (finaliza la desmovilización de los grupos paramilitares).
2012 – 393 casos (comienzan las negociaciones Gobierno - Farc).
2016 – 50 casos (firma acuerdos de paz con las Farc).
Fuente: OMC e Informe Nacional sobre Violencia Sexual (INVS).
Casos por región
(Entre 1958 y 2016)
Antioquia, Magdalena, Nariño, Bolívar y Putumayo son los departamentos con más registros. Entre los cinco suman 7.322.
Fuente: OMC e INVS.
Principales victimarios por casos (entre 1958 y abril de 2017)
Los paramilitares y las guerrillas fueron los mayores presuntos responsables.
Fuente: OMC e INVS.
Modalidades de violencia sexual más reportadas*
*De las 15.076 víctimas, apenas se han logrado identificar 1.928 registros vinculados con las modalidades.
Fuente: OMC.
Escenarios donde ocurrieron los casos
Disputa territorial
La violencia sexual fue usada para aterrorizar a la población y castigar a los cooperantes o miembros del grupo enemigo. También se utilizó en el sometimiento de lideresas, activistas y figuras públicas.
Control territorial
Se emplearon agresiones como la violación y el abuso sexual para transmitir el mensaje de total apropiación de los cuerpos de niños, niñas, adolescentes y mujeres adultas. Además, sirvió en la regulación de la vida cotidiana.
Dentro de las filas
Las mujeres y las niñas fueron objeto de abortos y anticoncepción forzada como prácticas disciplinarias para la formación de los cuerpos para la guerra, donde la feminidad era considerada como sinónimo de debilidad. Adicional, se presentaron casos de esclavitud sexual.
¿Qué dice el Acuerdo de Paz sobre la violencia sexual?
1. Para contribuir a aliviar el sufrimiento de las víctimas deberá mejorar la calidad, cobertura pública y despliegue territorial de la atención sicosocial que logre la recuperación emocional de las víctimas.
2. La Justicia Especial para la Paz (JEP) contará con un equipo de investigación especial para casos de violencia sexual.
3. Como los impactos de la violencia sexual han sido desproporcionados contra las mujeres, el acuerdo exige adelantar medidas afirmativas o correctivas a la situación de desventaja en la que han quedado estas víctimas.
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