El 2019 será determinante en la tarea de proteger a los bosques de esta zona de Caquetá, amenazados por la tala, las quemas y el acaparamiento de tierras..
| San Vicente del Caguán fue el municipio más deforestación del país en 2017. | Por: Ministerio de Ambiente
El 2018 fue un año nefasto para el medioambiente en Caquetá: San Vicente del Caguán, el segundo municipio más grande del departamento, continuó entre los más deforestados del país. Además, poco se hizo para detener este daño ambiental, y por eso continuó el aumento de focos de tala y quema.
Le presentamos cinco tareas urgentes para que en 2019 se frene la tendencia y se conserven los bosques y ecosistemas de la puerta de oro de la Amazonía.
A principios de 2018 las autoridades ambientales encontraron focos de deforestación en áreas de conservación del Caguán. ©MINISTERIO DE AMBIENTE Y DESARROLLO SOSTENIBLE.
1. Prevenir frente al fenómeno del Niño:
Este 2019 estará marcado por las altas temperaturas y la reducción de lluvias en varias regiones, debido al fenómeno del Niño. Aunque Caquetá y la Amazonía no sufrirán directamente los efectos de esta variación climática, como sí ocurrirá en el Caribe, la Orinoquía y el Pacífico, se espera que en el sur del país el termómetro marque hasta los 40 grados centígrados en algunos periodos del año.
Si en los bosques de la zona del Caguán no hay un debido monitoreo o manejo ambiental, las altas temperaturas podrán generar incendios forestales. Ahora, si a esto se suman las recurrentes quemas para ampliar la frontera agrícola o expandir la ganadería, miles de hectáreas de árboles quedarán en riesgo.
2. Proteger el corredor Amazonía – Orinoquía:
El Caguán hace parte de un particular corredor biológico de fauna y flora que pertenece a la Amazonía y la Orinoquía. La zona del Yarí, por ejemplo, contiene sabanas inundables únicas en América Latina, que sirven de sitio para la migración y el apareamiento de animales en vía de extinción. Este ecosistema, rodeado de bosques que lo protegen, está amenazado por el avance de la deforestación en los últimos años.
3. Cuidar los Parques Nacionales Naturales:
San Vicente del Caguán es un punto estratégico para la conservación ambiental en el país. Buena parte de los Parques Nacionales Naturales Chiribiquete y Los Picachos quedan dentro del municipio. Hablamos de 2.782.354 y 447.740 hectáreas de bosques, respectivamente. Lastimosamente, a comienzos de 2018 se detectaron focos de deforestación en Los Picachos y en cercanías de Chiribiquete, lo que alertó a las autoridades medioambientales y las obligó a tomar acciones en contra de quienes arrasan con los árboles. Sin embargo, en el transcurso del año continuaron las talas y quemas.
En 2019 el panorama podría cambiar, si las comunidades que viven en las zonas vecinas se apropian de las áreas protegidas por medio de programas como familias guardabosques o la venta de bonos de carbono (el patrocino de proyectos de conservación ambiental por parte de empresas).
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El Parque Nacional Natural Serranía de Chibiriquete. ©PARQUES NACIONALES NATURALES
4. Frenar el acaparamiento de tierras:
A finales de octubre del año pasado se dio el primer operativo en Colombia contra la deforestación: un juzgado ordenó la captura de un grupo de ganaderos de San Vicente del Caguán que estarían acabando con los bosques del Parque Nacional Natural Los Picachos para acaparar tierras y expandir sus negocios. Esto abrió un debate sobre la propiedad de los terrenos en áreas de manejo ambiental. Pero más allá del operativo, en el Caguán es evidente el avance de la praderización —cuando las zonas arborizadas son reemplazadas por pastos— para la imposición de actividades que perjudican el medioambiente.
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5. Reconocer que la Amazonía es un sujeto de derechos:
Una de las noticias ambientales más importantes en Colombia durante 2018. La Corte Suprema de Justicia aceptó una tutela presentada por un grupo de niños y jóvenes donde le pedían a este tribunal que le ordenara al Estado la creación de un plan para proteger los derechos de la región Amazónica, la más deforestada del país.
Esta estrategia debe contemplar castigos para quienes sigan talando o quemando, pero también incluir alternativas de conservación donde puedan participar las comunidades campesinas. El plan arrancó el año pasado y en este 2019 tendrá que seguir su marcha.
POR: Esteban Cabuya Cabra | Es ingeniero forestal e investigador medioambiental de la región Amazónica. Docente y miembro de la Oficina de paz de la Universidad de la Amazonia, sede Florencia. Vocero de la Mesa Departamental en Defensa del Agua y el Territorio del Caquetá.
Según un estudio de Parques Nacionales, este metal envenena los peces de los ríos Cotuhé, Caquetá, Puré y Apaporis y afecta a los habitantes de tres poblaciones indígenas de los departamentos de Amazonas y Vaupés. Más de 15 especies de peces están fuertemente contaminadas.