Tras el Acuerdo de Paz, este departamento, que por décadas de conflicto había estado cerrado para los turistas, pudo abrirse al mundo y mostrarle sus mágicos paisajes. Hoy, luego de cinco meses de inactividad, se prepara para una reapertura gradual.
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Este reportaje gráfico es una mirada a una región en conflicto donde, pese al cruce indiscriminado de las balas, florece la esperanza, se fortalece la cultura que le quita jóvenes a la guerra y deja al descubierto maravillas de la naturaleza a las que pocos pueden llegar. Así es la vida en una de las zonas más complicadas y biodiversas de Colombia.