El arte no solo es una forma de preservar la memoria, sino que, en territorios afectados por el conflicto armado, funciona como un catalizador y promotor de sueños y proyectos que demuestran que la violencia no debe ser la regla en sus vidas. ¡Conéctese a este conversatorio de Semana Rural y participe con nosotros!.
| Juana Garcés (Mampuján), María Catalina Prieto (Urabá), Ifigenia Garcés (Quibdó) | Por: ©Semana Rural
Históricamente en Colombia la cultura ha sido un acto de resistencia, una forma de luchar contra el conflicto armado. Hoy la violencia sigue presente en muchos municipios, pero la pintura, la música, el baile, el teatro y las artesanías pueden ayudar a las personas a enfrentar esa realidad e incluso impulsar a las víctimas a sanar el pasado. En este conversatorio de Semana Rural tres mujeres comparten sus historias de resistencia a través del arte.
Perfiles:
Juana Ruiz: Es la cabeza de las Tejedoras de Mampuján, un colectivo de mujeres víctimas que desde el 2001 han usado al arte de tejer como una forma de construir memoria histórica y sanar las heridas que dejó atrás el conflicto armado en la región de los Montes de María, en Bolívar.
Ifigenia Garcés: Es la directora y creadora de la Escuela Cultural Mojiganga, creada en 2010, en la que cientos de niños y jóvenes han dejado su historia reflejada en el baile, el canto y la actuación para contar lo que se vive en Chocó y combatir la violencia urbana de la región.
María Catalina Prieto: Es la subdirectora de programación de la Orquesta Filarmónica de Medellín (Filarmed), que con sus proyectos sociales como el Coro de la Reconciliación y la Práctica orquestal para niños en el Urabá, ha utilizado la música como una forma de transformar la sociedad.
Rafael Cano habla con Semana Rural sobre su estrellato en redes sociales, la importancia de los campesinos y lo que tiene que ocurrir en Colombia para mejorar las condiciones del campo.