Una disciplina y amor por la música clásica tan raros hoy en día en niños del caribe colombiano, donde las champetas, vallenatos y reggaetón son el plato musical predilecto..
| Ya son muchas las ciudades y países donde Jorge Nasra ha participado, donde ha llevado el nombre de su Ciénaga natal en alto | Por: Tomada de YouTube
De figura delgada, delicada y elegante, a primera vista Jorge Nasra, de 11 años recién cumplidos, parece un niño normal. Sin distinción aparente, es uno más en la multitud de Ciénaga, ese pueblo mágico de casas republicanas, olor a guineo y sabor a folclor.
Pero cuando su voz potente se escucha desde lo piano a lo forte, con su tesitura vocal impecable y transparente, uno no alcanza a entender como ese chorro de voz sale de esa figura tan tierna. Una cosa es escribirlo y otra sentirlo, a mí en lo personal me ha sacado lágrimas de emoción, es un espectáculo digno de ser escuchado en el Teatro de la Scala de Milán, y lo digo por conceptos emitidos por personas que saben mucho de la música clásica…
Aparte de la presentación de Jorgito en Grandes Chicos México, un programa de talento infantil de Televisa que vieron millones de personas.
Cuando Jorge nació vino con ese don musical, era sorprendente ver cómo a su corta edad ya cantaba diferentes melodías. Sus padres lo notaron y se vincularon al proceso de siembra en esa semilla musical que recién germinaba. Por otro lado, la influencia de su abuelita paterna le acercó piezas como el Ave María de Schubert, que fueron moldeando su esencia de clásico.
Más grandecito, para los fines de semana, sus padres lo ingresaron a una Academia Musical en Barranquilla, la de la Señora Conchita Salcedo, quien le fue dando forma a ese carboncito en bruto, digno de convertirse en el diamante musical más brillante.
En su casa de Ciénaga, después de hacer las tareas del colegio - es un excelente estudiante-, tomó clases de formación vocal lírica con una profesora particular de lunes a viernes. Ahí se palpa su disciplina y amor por la música clásica, tan raros hoy en día en niños del caribe colombiano, donde las champetas, vallenatos y reggaetón son el plato musical predilecto.
Desde su Academia musical fue seleccionado por su magistral voz para Grandes Chicos RCN, fue primero en las audiciones. Luego, la producción equivalente para México lo invitó a grandes Chicos México, donde dejó huellas y fanes.
Son muchas las ciudades y países donde Jorge Nasra ha participado, donde ha llevado el nombre de su Ciénaga natal en alto. Ha sido invitado a Ferias de Servicio en Miami en dos oportunidades, ocupó el primer puesto por votación para asistir a las Cataratas de Iguazú, Argentina, donde se elige al más selecto grupo de niños y jóvenes en el canto, interpretación instrumental y coros. Tan buena fue su actuación que la Ministra de Cultura pidió que cantara el solo con la compañía de una pianista. Es mucho decir.
También lo es el gran esfuerzo económico que hacen sus padres para cumplir con las exigencias de dedicarse a éste difícil canto, por lo selectivo y oneroso y por lo difícil de encontrar adeptos a la música sublime de la lira y la capela, que en la antigua Grecia la interpretan por los grandes.
Finalmente, quiero hacer énfasis es en la falta de apoyo administrativo desde el nivel local, departamental y nacional, para terminar de formar a esta joya musical. Qué bueno sería obsequiarle una beca en Italia, por ejemplo, lo que le correspondería hacer a un gobierno comprometido con la cultura infantil.
VÍCTOR HUGO VIDAL | @VictorHugoVida7
Ciénaga (Magdalena), 1958. Odontólogo y gerente en salud. Escritor y entusiasta de la pintura. Miembro fundador de la Fundación Crear cultura Museo de Arte Contemporáneo de Ciénaga (MACC). Exsecretario de Cultura y Turismo del Magdalena y miembro del Parlamento Internacional de Escritores de Cartagena de indias. Autor del libro 'Colcha de retazos' (2017), de Uniediciones de Editorial Ibáñez.
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