Se llama Agrapp y logró el galardón Programa de Aceleración del Agri Food Tech 2020. La herramienta conecta a pequeños y medianos productores colombianos con usuarios que quieran invertir desde un millón de pesos.
| En el marco del Congreso Aapresid, el evento de innovación técnica más grande del agro argentino, se eligieron a los ganadores del Programa de Aceleración del Agri Food Tech 2020 | Por: Archivo personal- David Duarte
Más de 25 familias productoras, en cuatro regiones del país, se han beneficiado con el modelo de inversión de Agrapp, una aplicación que busca llevar desarrollo al sector rural colombiano.
Tras un historial de emprendimientos fallidos, David Duarte y su socio Carlos Zubieta, dos jóvenes enamorados del campo, decidieron usar la tecnología para solucionar uno de los retos más grandes que afrontan los pequeños y medianos productores del país: la financiación para apalancar sus cultivos.
Gracias a sus habilidades en desarrollo de software y hardware, crearon sensores sencillos para reunir datos en campo y a partir de ellos, orientar la toma de decisiones de los agricultores, buscando mejorar las condiciones, productividad y rentabilidad de su cultivo.
Al intentar comercializar estos sensores, advirtieron que uno de los grandes retos del campo colombiano es impulsar a los pequeños y medianos productores. "Los agricultores, a pesar de que entendían que había un valor en poder generar este tipo de herramientas, no tenían el capital para hacer algo con esos datos que recogimos. Es ahí donde nos damos cuenta que la brecha para poder aumentar la productividad estaba en el acceso al financiamiento", explicó David, CEO de la compañía.
Enfocados en frutas exóticas de tipo exportación como la uchuva, gulupa, maracuyá, granadilla, han producido cerca de 77.5 toneladas de alimento. ©Cortesía Agrapp
En Colombia hay una deficiencia en la creación de productos crediticios que se ajusten a las verdaderas necesidades de los agricultores. Según un informe de la Superintendencia Financiera, a corte de junio del 2019 el 33,9 por ciento de la población adulta en municipios rurales y 44,7 por ciento en municipios rurales dispersos no tenía acceso a servicios financieros.
La dificultad para acceder a estos servicios y el alto costo que suponen los créditos, dificultan la producción de los pequeños agricultores. Incluso obliga a la mayoría a asumir riesgos como los préstamos a ‘gota a gota’.
A lo anterior se le suma la alta presencia de intermediarios y la volatilidad de los precios de sus cosechas. “La gente saca buenos volúmenes, cosas de calidad, pero no tiene a quién vendérselo, o se lo venden a un intermediario que se lleva casi todo el margen de ganancias. Eso hace parte de una falta de transparencia en la cadena, porque la gente no sabe ni siquiera cuál va a ser el precio para el consumidor final”, dice Felipe Ramírez, agricultor asociado de la aplicación.
Entendiendo estas dinámicas y bajo el lema “empodera a un agricultor”, nace Agrapp. Con el modelo de ‘crowdfunding’ (una red de financiación colectiva que a través de inversiones económicas o de otro tipo, consiguen financiar un determinado proyecto) han logrado invertir más de 500 millones de pesos en financiamiento en el sector rural.
Cualquier persona que tenga desde un millón de pesos, puede apoyar a un pequeño y mediano agricultor, con rentabilidades superiores a un 17% efectivo anual.
Los 40 agricultores que hoy forman parte de Agrapp reciben guías especializadas por ingenieros agrónomos para el manejo de sus cultivos, insumos para el sistema de riego, infraestructura, material vegetal de buena calidad, contratos fijos de comercialización y otros beneficios propios de la actividad productiva. Con esto, los jóvenes emprendedores esperan que cada campesino pueda dedicarse “a lo que mejor sabe hacer”, cultivar productos de gran calidad.
«Nosotros creemos que hay un valor muy importante en que los agricultores tengan acceso a diferentes tipos de soluciones, para que ellos puedan enfocarse en lo que mejor saben hacer: cuidar su cultivo, hacer sus labores diarias. Se especializan en eso, y el resto de ítems pretendemos solucionarlos nosotros. Desde los insumos hasta la venta asegurada»
David Duarte, CEO Agrapp
Los productores que quieran hacer parte del proyecto deben cumplir con unas exigencias mínimas que garantizan la calidad del producto a exportar: mínimo media hectárea para cultivar, más de tres años como agricultores (experiencia en otros tipos de cultivos, o más de un año en cultivos de tipo exportación), todos los documentos en orden y un análisis de su tierra/suelo no superior a seis meses de vigencia. Si el agricultor necesita sacar estos análisis, la aplicación ofrece el servicio en calidad de convenio con laboratorios fisicoquimicos y microbiologicos.
Después de la cosecha, la app recibe todo el dinero de las ventas y se realiza la división asegurando la transparencia durante el proceso, esto según los acuerdos iniciales y contractuales establecidos al inicio.
“Entendemos los ciclos productivos, hemos capturado información de más de cuatro años que permiten un modelo matemático que predice la producción que tendrá cada cultivo en cierta época del año. Adecuamos los productos financieros de acuerdo a lo que conocemos del agricultor. Al final el riesgo es totalmente compartido entre el agricultor y la app”, dicen los creadores de la herramienta.
Como ‘startup’ de alto impacto y ganadora del programa de aceleración, buscan robustecer conocimientos, y sobre todo, apalancarse en experiencias en el agro de toda Latinoamérica. Gracias a este premio se encuentran opcionados también a obtener una inversión de alrededor de 400 millones de pesos, lo que permitiría ampliar las opciones de financiamiento al sector agro del país.
“Nuestro trabajo es contribuir a cambiar vidas, inspirar a millones de agricultores a iniciar sus proyectos agrícolas y contribuir al desarrollo de condiciones de comercio justo en el campo colombiano”, explicaron.
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