El martes 24 de marzo el silencio se tragó el ruido. Las calles de pueblos y ciudades de Colombia amanecieron desiertas, salpicadas apenas por uno que otro caminante, una moto solitaria o un bus vacío. Lejos de las avenidas, en el campo y los cultivos, la rutina seguía, ajena al covid19 y a la emergencia. Hoy, mientras el resto de Colombia pasa la cuarentena en casa, los campesinos siguen sembrando, barbechando, arando y cosechando la tierra.
En Colombia el 31 por ciento de la población se identifica como campesina. Se calcula que en el país hay 15 millones de campesinos que viven en las zonas rurales del país, donde el 75 por ciento de las los habitantes gana menos de un salario mínimo al mes. En gran parte gracias a ellos, la comida no ha faltado en los centros de abastecimiento de alimentos ni los mercados. Tampoco en las mesas de los hogares. En esta crisis, los campesinos no han dejado de alimentar a Colombia.
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El proyecto es conocido como ‘La Ruta del Girasol’ y busca generar agroturismo en cinco municipios del departamento