Las mujeres son las encargadas de abastecer a sus familias con agua potable.
Las mujeres son las encargadas de abastecer a sus familias con agua potable.
La zona rural de Marialabaja está rodeada de agua gracias a dos represas que abastecen un distrito de riego creado en los años 60 para beneficiar los cultivos de la zona.
Hoy, la mayoría de ese recurso se destina a los monocultivos de palma de aceite y piña. Poco o nada queda para las pequeñas parcelas de los habitantes de las veredas cercanas; menos aún para el consumo de los hogares.
En este video, las mujeres rurales del municipio cuentan lo que tienen que vivir a diario para conseguir las 5 o 6 pimpinas de agua potable que necesitan para abastecer a sus familias durante 24 horas.
En el documental, el recorrido de una fuente hídrica a la siguiente, cada vez más lejana, va acompañado por canciones de bullerengue en la voz de las cantaoras que viven esta misma realidad.
Esta producción hace parte de la serie 'Mujeres rurales: en la ruta del agua y el alimento', que narra en cuatro capítulos las historias de las mujeres rurales en relación con su vida campesina, afrodescendiente, la producción de alimentos y el agua.
TE PUEDE INTERESAR
En cifras, así va la lucha por el agua en Marialabaja
Esta es una producción del equipo de comunicación rural OPDs de los Montes de María y la Corporación Desarrollo Solidario.
Y recibe primero una selección de los mejores contenidos y novedades de SEMANA RURAL. Nada de spam, promociones comerciales ni cosas aburridas.
La primera recomendación para prevenir el coronavirus es lavarse muy bien las manos, pero ¿cómo hacen las poblaciones que no tienen ni siquiera agua potable? Las veredas de El Salado, en Montes de María, son un ejemplo. Así se vive la pandemia en un lugar donde no hay acceso al agua.