María Bergenet Rubio huyó de Turbo luego de que asesinaran a su esposo, un dirigente de la Unión Patriótica. Tras 17 años de peregrinaje, por fin recibió una compensación. Ella y cinco familias más firmaron el primer acuerdo entre víctimas y empresarios que reconoce su condición de despojados y los retribuye por las tierras que perdieron.